jueves, 3 de marzo de 2011

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Incrementa ayuntamiento de Orizaba el acoso a los vendedores ambulantes


Orizaba, Ver.- El acoso del ayuntamiento en contra de vendedores ambulantes va en aumento y aun cuando hay negociaciones para convenir el pago de un impuesto municipal único, “los inspectores de comercio acosan y hostigan a los vendedores que están dentro de las casas”. Además, aquellas personas que ofrecen en renta locales comerciales o casas habitación deberán pagar un impuesto comercial.
Uno de los dirigentes del Frente Popular Revolucionario (FPR), Máximino Jiménez, dio a conocer que a través de los inspectores de comercio acosan a los vendedores semifijos, “tenemos el caso de una compañera que personal de la Dirección de Comercio del Ayuntamiento le exigieron que pasara a pagar impuestos municipales, porque su comal salía apenas 20 centímetros del interior de su casa”.
El colmo, refirió, se registró en un edificio en el que se rentan departamentos. Ahí el dueño o el encargado colocó una cartulina ofertando los cuartos, “e incluso a él ya se le notificó que debe de pasar a pagar un impuesto por lucrar en plena vía pública”.
En tanto, este martes los comerciantes marcharon por sexta ocasión en las calles de la ciudad, antes de iniciar la segunda mesa de negociaciones con el ayuntamiento. Primero los comerciantes le exigieron al alcalde Hugo Chahín que se retracte en su intento de cobrar un nuevo impuesto municipal.
Las negociaciones no han tenido un resultado positivo, sobre todo por las condiciones en que ocurre el diálogo. “El ayuntamiento no quiere ceder en sus pretensiones y los comerciantes tampoco lo hacen, entonces se ha abierto un compás de espera que no se ha podido concretar”.
Maximino Jiménez expresó que el ayuntamiento “iba a someter a cabildo la decisión de suspender o no el cobro del impuesto, pero no hay avances importantes”. Por otro lado, se conoció que el municipio se mantiene en su postura de no ceder a las peticiones de los comerciantes.
La oferta que se hizo fue la de cobrarles el valor de un salario mínimo por mes, sin embargo los comerciantes demandan que primero el ayuntamiento explique en qué se va a gastar o invertir lo recaudado. Hasta el momento ninguna de las partes han cedido.
En su momento, los ediles propusieron que se cobrara ese impuesto con semejanza al salario mínimo, “pero no ha sido aceptado, ése es un acuerdo que tuvo el cabildo, pero que a nosotros no nos satisface debido a que nuestros ingresos no nos permiten tener dinero suficiente para mantener a nuestras familias, pagar lo que compramos para vender y de paso cumplir con impuestos”. Dijo Gaudencio Brito. Otro de los dirigentes del FPR
“Mientras, a otros comerciantes se les otorgan facilidades para su instalación a nosotros se nos margina y se nos afecta de manera directa”, concluyó.

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