miércoles, 9 de marzo de 2011

La conexión de El Cairo-Madison


La conexión de El Cairo-Madison
Miércoles 09 de marzo 2011
por: Noam Chomsky, Op-Ed

Miles de manifestantes marcha hasta altas horas de la noche en la plaza Tahrir en El Cairo, el 25 de enero de 2011. (Foto: Scott Nelson / The New York Times)
El 20 de febrero, Kamal Abbas, líder del sindicato de Egipto y figura prominente en el movimiento 25 de enero, envió un mensaje a los "trabajadores de Wisconsin": "Estamos con usted como usted estaba con nosotros."
trabajadores egipcios desde hace mucho tiempo luchó por los derechos fundamentales negados por el régimen respaldado por Estados Unidos, Hosni Mubarak. Kamal es el derecho a invocar la solidaridad que siempre ha sido la fuerza impulsora del movimiento obrero en todo el mundo, y comparar sus luchas por los derechos laborales y la democracia.
Los dos están estrechamente entrelazados. Los movimientos laborales han estado en la vanguardia de la protección de la democracia y los derechos humanos y la ampliación de sus dominios, una razón principal por la que son la pesadilla de los sistemas de poder, tanto estatales como privadas.
Las trayectorias de las luchas laborales en Egipto en los EE.UU. se dirigen en direcciones opuestas: a la conquista de los derechos humanos en Egipto, y la defensa de los derechos de un duro ataque en los EE.UU.
Los dos casos que merecen una mirada más cercana.
El 25 de enero levantamiento fue provocado por los jóvenes Facebook-comprensión del movimiento 06 de abril, que surgió en Egipto en la primavera de 2008, en "solidaridad con los trabajadores en huelga textil de Mahalla," trabajo analista Nada Matta observa.
La violencia del Estado picado las acciones de huelga y la solidaridad, pero Mahalla era "un símbolo de rebeldía y desafío al régimen", añade Matta. La huelga se convirtió en particular la amenaza de la dictadura cuando las demandas de los trabajadores se extendió más allá de sus preocupaciones locales a un salario mínimo para todos los egipcios.
Matta observaciones se ven confirmadas por Joel Benin, a una autoridad de EE.UU. sobre el trabajo de Egipto. Durante muchos años de lucha, los informes Beinin, los trabajadores han establecido vínculos y pueden movilizar con facilidad.
Cuando los trabajadores se unió al movimiento 25 de enero, el impacto fue decisivo, y el mando militar envió Mubarak en su camino. Esa fue una gran victoria para el movimiento democrático de Egipto, aunque aún quedan muchos obstáculos, internos y externos.
Las barreras externas estén limpias. Los EE.UU. y sus aliados no pueden tolerar el funcionamiento de la democracia en el mundo árabe.
Como prueba, mira a las encuestas de opinión pública en Egipto y en todo Oriente Medio. Por abrumadora mayoría, el público se refiere a los EE.UU. e Israel como las principales amenazas, no Irán. De hecho, la mayoría piensa que la región estaría mejor si Irán tuviera armas nucleares.
Podemos anticipar que Washington mantendrá su política tradicional, bien confirmado por la beca: La democracia es tolerable sólo en la medida que cumpla con los objetivos estratégicos-económico. legendaria de los Estados Unidos "anhelo de democracia" se reserva para los ideólogos y la propaganda.
Democracia en los EE.UU. ha dado un giro diferente. Después de la Segunda Guerra Mundial el país disfrutó de un crecimiento sin precedentes, en gran medida igualitaria y acompañado por la legislación que más se beneficiaron personas. La tendencia continuó durante los años de Richard Nixon, que puso fin a la era liberal.
La reacción contra los efectos democratizadores de los años 60 el activismo y la traición de clase de Nixon no se hizo esperar: un gran aumento de la presión para dar forma a la legislación, en el establecimiento de la derecha de reflexión para capturar el espectro ideológico, y en muchas otras medidas.
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La economía también cambió de rumbo drásticamente hacia la financiarización y la exportación de la producción. La desigualdad aumentó, debido principalmente a la subida de la riqueza de la parte superior del 1 por ciento de la población - o incluso una fracción más pequeña, limitada en su mayoría a directores generales, gerentes de fondos de cobertura y similares.
Para la mayoría, los ingresos reales se estancaron. La mayoría recurrió a un aumento de las horas de trabajo, la deuda y la inflación de activos. Luego vino la burbuja inmobiliaria de $ 8 billones de dólares, desapercibida por la Reserva Federal y casi todos los economistas, que fueron cautivados por los dogmas del mercado eficiente. Cuando estalló la burbuja, la economía se derrumbó a niveles cercanos a la depresión de los trabajadores de producción y muchos otros.
La concentración de los beneficios otorga el poder político, que a su vez conduce a una legislación que mejora aún más el privilegio de los súper-ricos: las políticas fiscales, la desregulación, reglas de gobierno corporativo y mucho más.
Junto a este círculo vicioso, los gastos de campaña un fuerte aumento, campo de ambos partidos políticos para atender al sector empresarial - los republicanos reflexivamente, y los demócratas (ahora más o menos equivalentes a los republicanos moderados de años anteriores) tras no se queda atrás.
En 1978, ya que el proceso estaba despegando, United Auto Workers presidente Doug Fraser condenó a los dirigentes empresariales por haber "elegido para librar una guerra de clases de un solo lado en este país - una guerra contra los trabajadores, los desempleados, los pobres, las minorías, los muy jóvenes y los muy ancianos, e incluso muchos en la clase media de nuestra sociedad ", y que" rompe y se desecha el pacto frágil, no escrita ya existentes durante un período de crecimiento y progreso ".
Como las personas que trabajan ganó los derechos fundamentales en la década de 1930, los líderes empresariales advirtieron sobre "el peligro que enfrentan los industriales en el creciente poder político de las masas", y pidió medidas urgentes para hacer retroceder a la amenaza, según estudioso Alex Carey en "Correr el riesgo Fuera de la Democracia. "Se entiende, así como Mubarak hizo que los sindicatos son una fuerza principal en la promoción de los derechos y la democracia. En los EE.UU., los sindicatos son la principal fuerza contraria a la tiranía corporativa.
Por ahora, EE.UU. sindicatos del sector privado se han visto gravemente debilitadas. sindicatos del sector público recientemente han sido objeto de ataques agudos de los opositores de derecha que cínicamente explotan la crisis económica causada principalmente por el sector financiero y sus asociados en el gobierno.
La furia popular se desvíen de los agentes de la crisis financiera, que se benefician de ella, por ejemplo, Goldman Sachs, "en vías de pagar $ 17.5 mil millones en compensación por el año pasado," los informes de prensa de negocios, con el CEO Lloyd Blankfein recibir un bono de 12,6 millones dólares más, mientras que su sueldo base que triplica a $ 2 millones.
En cambio, la propaganda debe culpar a los maestros y otros trabajadores del sector público con sus abultados sueldos y las pensiones exorbitantes - todo un invento, en un modelo que es muy familiar. Para el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, a otros republicanos y muchos demócratas, el lema es que la austeridad debe ser compartida - con algunas excepciones notables.
La propaganda ha sido bastante eficaz. Walker puede contar con al menos una gran minoría para mantener a su descarada esfuerzo para destruir los sindicatos. Invocando el déficit como excusa es pura farsa.
De diferentes maneras, el destino de la democracia está en juego en Madison, Wisconsin, no menos que en la plaza Tahrir.
(Más reciente libro de Noam Chomsky, con Ilan Pappe co-autor, es "de Gaza en crisis." Chomsky es profesor emérito de lingüística y filosofía en el Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge, Massachusetts)
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Copyright 2010 Noam Chomsky. Distribuido por The New York Times Sindicato.

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